Cuando era más joven, cuando tenía menos años, me gustaba analizar todo lo que pasaba. Analizaba lo que me decían, lo que callaban, la forma en que miraban y hasta los chistes de los que reían. Creia saberlo todo, me equivocaba casi siempre.
Me gustaba planear, me gustaba saber que pasaría mañana. No podía con la incertidumbre, tenía que saber, tenían que tener respuesta a preguntas que a veces no existían. Así era antes y pensaba que era lo correcto.
Aun no estoy seguro si las personas cambian o si somos iguales toda la vida. Es cierto que algunos eventos impactantes pueden modificar nuestro comportamiento, pero no estoy seguro si se modifica o solo presentamos un rasgo que ya teníamos y nos negábamos a mostrar. Esto para decir que he cambiado. Aun me gusta analizar o hacer que alguien analice por mi. Les presento situaciones, fragmentos de momentos que he vivido y pregunto ¿tu que opinas?
Escucho sus respuestas, agradezco y las olvido.
Ya no me gusta preocuparme tanto por lo que va a pasar mañana o por lo que pasó ayer. No creo en el destino ni en la suerte, estoy consiente que los errores que cometa hoy pueden repercutir mañana, sin embargo, ya no pierdo el sueño pensando si lo que dije estuvo bien, si me equivoqué, si estoy en el camino correcto.
Parece que fue ayer cuando compré el ok computer por menos de 100 pesos, sin proponermelo han pasado mas de 14 años, cuando mi única preocupación era si la conexión de internet me permitiría bajar una o dos canciones por noche. Ya no me preocupo , a diferencia de aquel viaje MXL-DF en automóvil , esta vez si voy disfrutando el camino. Cuando llegue a mi destino sabré si era el bueno o me equivoqué pero como dicen coloquialmente, lo bailado ya nadie me lo quita.
Salud.