jueves, 25 de marzo de 2010

Latencia

Mientras lavaba su cara se dijo a si mismo: ya debo rasurarme.
Se miró al espejo y quedó impactado. No se reconocía, no encontraba la barba que intentaba desaparecer, no era el.
La imagen del espejo reflejaba el mismo desconcierto, el mismo temor.
Pasaron varios minutos, comenzó a desesperarse. Se hacia tarde, tenía mucho trabajo pendiente, quería entender que pasaba pero no era el momento. Decidió irse de casa sin rasurar y sin desayunar.

Llegó del trabajo. Ya era costumbre que llegara tarde. Había dejado la oficina dos horas después de la hora de salida. Preparó un poco de café, eligió un pan y se quedó dormido frente al televisor.

Despertó a las cuatro de la mañana. Sintió la necesidad de ir al baño. Entró y ahí estaba de nuevo, un reflejo que no pertenecía a él.
Se sentía cansado, fastidiado, debía prepararse en dos horas para ir de nuevo al trabajo, sin embargo ahí estaba ese reflejo burlandose de el, sonriendo a pesar de ser madrugada y no estar durmiendo.

Se acordó de él, cuando permanecía horas despierto estudiando, aprendiendo, soñando con un futuro mejor. Lo ignoró, regresó a la cama e intentó dormir durante dos horas.

Despertó y fue directo al baño. Ignoró a reflejo que esta vez se veía un poco cansado, un poco preocupado. Mientras se rasuraba, recordó cuando terminó sus estudios. Durmió poco por preparar el examen final y se preguntaba que pasaría al terminar. Durante toda su vida había estudiado, no conocía otra cosa, se sentía preocupado por no saber suficiente, por no poder terminar sus asignaciones, por no ser capaz.

Tomó un poco de café. Guardó una fruta y salió al trabajo.

Decidió salir temprano ese día. Sintió curiosidad por el reflejo, así que al llegar a casa fue directamente al espejo.

Se sorprendió al ver que era el, era el de nuevo, con sus arrugas, sus ojeras, el cansancio, pero no sentía que fuera el. El personaje en el espejo reflejaba esperanza, esperanza por retomar los sueños que había creado cuando estudiaba, cuando terminó la carrera. El reflejo mentía, no era el, el había perdido esos sueños desde hace mucho. El había aceptado que la vida no sería como la planeó hace 20 años. Entendía que a veces los demás elegían por uno y era necesario aceptar las cosas como eran en lugar de tratar de cambiarlas.

Se fue a dormir.
Recostado en su cama se preguntó cuantos años tomaría para que el reflejo dejara de transmitir imágenes del pasado, en cuantos años lo alcanzaría y lo reflejaría tal como era?

Se preparó una taza de café y se fue a dormir, pensando que en un par de horas, tendría que despertar para ir al trabajo.



martes, 23 de marzo de 2010

eso de memorias de mis putas tristes se oye bien feo

Me acordé de aquella vez que chocamos con una paloma. Se estrelló en el parabrisas pero sobrevivió.

Recuerdo, desde luego, la ocasión en la que pregunté al taquero si podía poner queso a mi torta al pastor. Su respuesta fue un rotundo no. Aun intento descifrar la razón por la que se negó a poner queso a la torta. Quizás fue la forma en la que hice la petición.

¿Como olvidar aquella vez que intentamos pagar un cover con monedas de $1? $40 pesos en monedas de $1, si señor.

Si, era una canción de bon jovi la que sonaba aquella vez.

Más recuerdos, me comí una sandia yo solo. Casi muero pero no.
Una vez fui presidente legitimo y hasta recibí un deposito a mi cuenta cuando pedí donativos. Luego banamex me quitó el dinero argumentando que fue un deposito incorrecto. Malditos.

Recuerdo que aprendí a usar un columpio hasta los 16 o 17 años. Hace poco.

Tantos recuerdos.


lo que sigue

Todos tenemos defectos. Aunque muchos piensan que soy un robot, soy tan humano como cualquiera.
Uno de mis defectos es la obsesión por la perfección. Si algo queda bien, siempre puede quedar mejor. Siempre. A veces no termino las cosas por tratar de hacerlas mejor de lo que ya estan.

Obsesión.

Tengo otro defecto. Sufro de una incapacidad para olvidar las cosas. No tengo memoria fotográfica, eso es diferente, dicho de otra manera, me gusta vivir en el pasado, en el tuviera, hubiera, antes.

Antes jugaba videojuegos. Ya no. Me falta tiempo? desde luego que no. El tiempo sobra, pero no lo aprovecho. No lo aprovecho y culpo a los demas. Es mas facil, siempre lo ha sido, siempre lo será.

Como todo ser humano me gusta la comodidad, la comodidad de vivir en los recuerdos, sonreir con eventos pasados, con recuerdos que se deterioran día a día. ¿Era una canción de Bon Jovi la que sonaba aquella noche? A veces he llegado a pensar que creo recuerdos, eventos, fechas.

Nunca te conocí, nunca fuimos al cine, pero me gusta creer que si y pensar que cuando saliamos eramos felices.

Me gusta pensar que cuando solo tenia dos platos y dos vasos todo era mejor, sencillo si era aunque mejor y sencillo no son sinonimos.


lunes, 22 de marzo de 2010

en la vida, todos queremos tocar el cielo

Quizás, le doy demasiada importancia a ciertas cosas. No puedo evitarlo, soy un humano común y corriente.
Hace poco contaba sobre la ocasión que llegué a las 4:00 pm al trabajo (siendo la hora de salida las 6:00 pm)
Esa vez llegue tarde por que pasé el día con una persona. Esa persona escuchaba mi anécdota y solo atinó a preguntar: ¿y por qué llegaste tarde?

Es cierto, han pasado algunos años desde ese día, casi 3 años, si no mal recuerdo, sin embargo para mi, ese evento fue importante, fue significativo.
Cuando la razón de mi llegada tarde preguntó mis motivos, sentí que algo dentro de mi se rompía pero al mismo tiempo entendía el porque de las cosas.

Posiblemente solo son deducciones absurdas de alguien que se mantiene despierto tomando café porque no tiene ganas de soñar.

Que ese evento no haya significado nada para la otra persona y lo haya olvidado por completo es una idea que ronda mi cabeza.
Me aferro a esa idea porque explica perfectamente los hechos posteriores que condujeron a que el presente se parezca a mi vida y no a la vida de alguien mas.

Ahora entiendo