miércoles, 4 de marzo de 2009

Marzo 04, 2009 - 12:17

Me acerqué decididamente.

— ¿De qué tiene?
— De taco.

No me esperaba esa respuesta. De antemano sabía que era un puesto de tacos, tacos mañaneros, tacos al vapor. Tacos. Pero tambien sabía despues de unos cuantos años de vivir en el país del taco, que los contenidos de los mismos pueden ser muy diversos.

Cuando me preguntó de que queria mis tacos, reprimí el impulso de responderle que los quería de tacos.

Me ofrecio un refresco al cual se refirio como refresco verde, una manzanita y una pepsí.
La salsa picaba demasiado y el refresco era muy pequeño. Tuve que sufrir durante toda la ingesta y tomar el refresco solo al final.

Antes de salir de casa, ya presentía que seria un día raro pues no había agua en la casa.
Solo me queda confiar en que rexona no me abadone.

No me juzguen, mejor, rian conmigo.

2 comentarios:

Silvia Black dijo...

yo rio contigo :D
nunca me han dicho que si quiero mis tacos de taco, esa es nueva

Angel Alberto dijo...

Tacos de taco, la verdad fue impactante.

Lo malo de salir a la calle sin bañar es que me siento observado y lento XD