Como es costumbre, desayuné solo.
Elegí mi ropa y fuí a bañarme. Queria tardar mas tiempo pero siempre me ha dado pena gastar agua. Además el gas cada día esta más caro.
Me vestí lentamente, intentando postergar el momento.
Bajé las escaleras, quité el candado. Me detuve en la puerta un momento para poner mi mejor sonrisa, la sonrisa fingida mas sincera que tengo.
Y es que hoy, precisamente hoy, tenia ganas de encajar en el mundo, participar en el concurso de hipocresia en el que participan tantas personas todos los días.
Tenía ganas de encajar, de sentirme integrado.
Diré mentiras y las diré gratis.
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