viernes, 27 de febrero de 2009

Febrero 27, 2009 - 21:56

En alguna ciudad, todas las personas tenian derecho a matar a alguien durante su vida sin que tuvieran que pisar la prisión por hacerlo.

Realmente pocos ejercian ese derecho.

El proceso para solicitar una muerte era muy sencillo. Se iba a la estacion de policia y se llenaba una forma. Esto era para verificar que efectivamente no se hubiera asesinado a alguien antes.
Si se aprobaba el proceso, se entregaba una pistola y una sola bala.

La victima era notificada y no habia nada que pudiera hacerse.
Las pocas ocasiones que eso llegó a pasar, se organizaba una gran cena y baile para el que moriria.

Al dia siguiente todos harian como si jamas hubiera existido.

Despues de un mal dia de trabajo, nuestro heroe fue a la estacion de policia. Sentia mucho odio por sus compañeros, por las cosas que hacian mal, por su mediocridad, por sus pocas ganas de aprender y ser mejores.

Llenó la forma. Nadie trato de disuadirlo aun cuando su peticion era un poco extraña.

Su pistola y su unica bala le fue entregada.

Un policia se acercó: esta listo?

Tomó la pistola, la puso dentro de su boca y disparó.

2 comentarios:

Unknown dijo...

angel asimov ftw!

salu2

pepe dijo...

Que bueno que estas escribiendo de nuevo.

Muy bueno por cierto.