viernes, 7 de noviembre de 2008

noviembre 7, 2008 - 18:12

Eventualmente decidí que debia ir a comer. Caminé hacia el banco. Por que, en esta era de la información, muchos establecimientos "grandes" no aceptan tarjeta?
Pensé en la tiendita de la esquina que esta cerca de la casa de askot y cerca de donde yo viví cuando llegue a mexicali.
Esa pequeña tienda que ahora parece minisuper, acepta tarjeta. No puedo creer que el pollo del coronel y la cabaña de la pizza no acepten. Eso pensaba mientras caminaba, hablaba por telefono y trataba de entender el sistema economico mundial.

Saqué dinero despues de una confusión con el cajero automatico y entré al local.
Realmente no tenía hambre. Elegí el primer platillo que vi arriba a la izquierda.
Quiere papas y refresco grandes por siete pesos mas?
Me reí por dentro. Sus frases automatizadas, dichas sin emoción, entonación o un verdadero deseo de vender mas. Realmente pierdes el espiritu al trabajar en una cadena de comida rapida?
No, gracias, me apresuré a decir.
Solo era cuestion de esperar, asi que esperé.
Una joven mujer con una amplia sonrisa y un poco de sobrepeso, me dijo que mi deliciosa orden estaba lista.
Utilizó la palabra delicioso y eso me sacó de concentración. Creo que no habia escuchado esa palabra en mucho tiempo, excepto en la cancion de los babasonicos titulada "La Fox", la frase dice: deliciosa, te voy a lamer...

Tomé mi orden despues de pensar en el contraste de atencion que ambas empleadas me brindaron y busqué una mesa. Había muchas opciones pero ninguna parecia la ideal. Sentarse junto a un bote de basura no me parece correcto y no entiendo por que en muchos lugares hay asientos junto a botes de basura.

Elegí una mesa ubicada frente a un señor que comia feliz.
Me coloqué de tal forma que pareciera que comiamos juntos pues nos mirabamos de frente pero la distancia entre las mesas era tal que todo era totalmente impersonal. Aun asi, queria ver a otra persona comer.
El señor comía solo y comía en abundancia. No se veia particularmente contento y me sentí reflejado en el. Comiendo solo sin sentimiento de soledad. Solo yo y mi comida.
Terminó, se puso unos lentes que le daban un aire de persona importante y se fue.
Detras de el , se hizo visible un joven que comia con cara de tristeza. Un empleado se acercó a el, intercambio palabras y le dio un amistoso golpe en la cara. Asi son los amigos. Pensé.

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